Patatas, aceite de oliva, 2
cebollas, 6 ajos, 6 tomates maduros, 1 guindilla, pimentón dulce, 25 gr. de
harina, 100 ml de vinagre de vino, 400 ml. de agua
La salsa es un poco laboriosa
pero esta muy, muy, muy buena, la vi en algún sitio, la verdad es que no recuerdo
donde, si no lo pondría y felicitaría a la creadora o creador de la receta por que una
vez la pruebas, las patatas sin esta salsa, no son bravas.
Cortaremos la cebolla muy finita
y la pondremos en una sartén con un poco de aceite, una vez este dorada añadiremos unos ajos
enteros y dejaremos que se vayan haciendo, a continuación rallaremos el tomate
(yo prefiero que sea natural pero también lo podéis hacer de lata, dejaremos
que se vaya friendo poco a poco, a media cocción agregaremos la guindilla y la sal hasta que reduzca y quede brillante, ojo no se
os enganche a la sartén. Una vez lo tengamos listo le pondremos el pimentón y el
vinagre y dejaremos reducir. Cuando el
tomate este listo agregamos el pimentón y el vinagre y dejamos reducir. Añadiremos
la harina e iremos removiendo, pondremos el agua y lo dejaremos en el fuego hasta que veamos que se ha absorbido el agua,
pasaremos la salsa por un colador y ya la tendremos lista para servir. Si nos
sobra salsa podemos ponerla en un tarro y cubriremos con un poco de aceite de
oliva para conservarla, la taparemos y la guardaremos en la nevera.
Para preparar las patatas las
cortaremos dados y las freiremos en
aceite muy caliente antes de que cojan un tono dorado las retiraremos del fuego
y las pondremos en un papel absorbente, dejaremos un rato y volveremos a
calentar el aceite cuando este muy, muy caliente pondremos las patatas y cuando
estén bien doradas las sacaremos y las pondremos de nuevo en papel absorbente y
ya tendremos unas ricas patatas fritas y
muy crujientes, solo nos falta poner la salsa y
tendremos unas patatas bravas de 5 estrellas.
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